Luces del Bosque.-

Luces del Bosque.-

domingo, 13 de mayo de 2012

Luces de Plata


Entrada la noche en los primeros días de Octubre, acosaba el aire frío con matices húmedos de fina llovizna que dejaban incipientes  notas frescas de olor a tierra mojada.. bañadas  entre suaves esencias de tomillos y lavandas en el soto.


La luna llena de otoño dejaba caer traslúcidos rayos de luz,  proyectando las sombras de los aparatosos tallos leñosos del matorral en el suelo. La esparcida hojarasca crujía sutilmente bajo la precavida y precipitada pisada…


  La vida bulle palpitante con inquietud en ambas orillas del riachuelo
 hay prisa para todo, algo acecha... Lirones, Ratoncillos de campo, Conejos, incluso la frenética Comadreja parece alterada.
El fantasma de la noche está de caza. 
Bella, silenciosa extraordinariamente fina inspeccionará meticulosa todos los rinconcillos del soto cada vuelta de tronco cada hoja caída, incluso en los huecos pequeños y grandes de las raíces de arbustos y chopos hasta el extremo  de las últimas ramas 
recortadas frente al blanco marfil sombreado de la luna.


Este sofisticado vivérrido posee una de las anatomías más adaptadas del mundo animal para la caza nocturna, momento  en el que desarrolla su actividad.
Estilizada y de notable elegancia sobresale por su gran elasticidad en movimientos rápidos cual centella se tratase, dando alcance a sus presas entre el enredado ramaje nocturno del bosque.
Sus curiosas manchas blancas del hocico y mejillas, contrastan notablemente con el mimético pelaje de fondo gris, esto solo guardaría relación dentro de un marco comunicativo entre la pareja de ginetas en la silenciosa coordinación nocturna de la caza.

Poseen una vista especialmente sensible al movimiento a baja luz, virtud que combina con sus poderosas pantallas auditivas y sus finos captadores vibracionales entorno a su hocico, se diría que es un verdadero centro de control detector.
Por otro lado su sistema nervioso le permite usar su anillada cola como quinto miembro prensil, esto junto a sus poderosas uñas retráctiles le facilita la escala y movimiento por las ramas de los árboles, pudiendo saltar fácilmente entre ellas ya que cuentan con formidables cuartos traseros que utilizan incluso para defenderse de sus potenciales predadores.

La gineta puede alcanzar un peso de, 1  a  2.5 Kg, aproximadamente con una altura a la cruz de 15 a 19  cm, puede medir de unos 39  a  60 cm, más 35 a 49 cm, de cola  según individuo y alimentación



El hábitat de la gineta se extiende por toda la Península Ibérica buscando ante todo los biotopos frondosos de los sotos con pasos de agua, franja que prefiere en primera instancia, siendo capaz no obstante, de adaptarse a los encinares, robledales, roquedos, incluso en zonas de acampada y alrededores de algunas urbanizaciones si llega el caso.

Sus límites territoriales oscilan entre 5  ó  6 Km, cuadrados, en este perímetro transcurren separados de otros congéneres en solitario              o bien en pareja.
La unión en pareja se acentúa entre los meses de febrero y marzo periodo en el que tiene lugar el celo de las hembras, dándose casos de celo con menor frecuencia en julio y agosto. Nacen los cachorros por el mes de abril o mayo manteniéndose ligados a la leche materna los dos primeros meses de vida, tiempo que tardan en completar la dentición de leche, a partir de aquí comienzan con dieta sólida pre-masticada por la madre. 

La dieta principal de las ginetas se basa en pequeños ratoncillos de campo, ratas, algún conejo, reptiles, aves, incluso murciélagos sin descartar las frutas y bayas de temporada. 



El mundo de la gineta, distante y misterioso, esquiva criatura de la noche, brisa invisible entre las luces,  mantiene su vida dignamente apartada en la medida que le es posible.


La gineta es una cazadora extrema capaz de correr invertida aferrándose a la cara inferior de una rama en horizontal, esto le permite incluso perseguir ardillas con tanta o mayor velocidad pudiendo mantenerles el ritmo saltando de un árbol a otro sin apenas esfuerzo.
Aun así prefiere el suelo, se siente más cómoda siguiendo las veredillas marcadas y escudriñando las orillas de los cursos de agua, donde gusta parar a beber en las pequeñas pompas abovedadas de la corriente sobre los pequeños lechos de musgo acuático, punto en el que la cristalina agua cobra matices dulzones.





En cualquier caso, este prodigioso y bello animal, es perfectamente capaz de convivir con el hombre en las casas ejerciendo un  eficiente control sobre roedores,culebras y un sinfín de pequeños invertebrados exploradores de lo ajeno, misión que cumplía  a la perfección antes de ser ignorada y  sustituida por el gato doméstico.